La palabra embargo hace referencia a la privación de un bien por parte de una persona, entidad o institución en pago de una deuda. Cuando se llega a la etapa final de un proceso de impago surge el tema del embargo. Tras el periodo de crisis que se ha vivido estos años atrás muchas personas y empresas se han visto en la imposibilidad de pagar sus deudas y es, en ese momento, cuando llega el embargo.
No obstante, para que se pueda proceder a una situación de embargo es necesario que previamente se hayan dado una serie de circunstancias que demuestran que la persona que ha contraído la deuda no tiene capacidad para hacer frente al pago de esa deuda.
Generalmente, el embargo debe autorizarlo un juez o una administración pública competente. Existen diversos tipos de embargo en función de las circunstancias que rodean al hecho. El embargo en firme se produce cuando se demuestra que una deuda no puede ser pagada o hay dudas sobre tu pago en el futuro. En este caso, se puede ordenar la retención de los bienes que son propiedad del deudor.
No todos los bienes son embargables, los bienes ya sean muebles o inmuebles pueden embargarse siempre que se demuestre que sean propiedad del deudor y que sean bienes que pueden convertirse en líquido. Es necesario que esos bienes sean vendibles para poder embargarlos. Hay ciertos límites a la hora de realizar un embargo y es que no es posible embargar algunos bienes como puede ser el salario mínimo interprofesional.
La palabra embargo hace referencia a la privación de un bien por parte de una persona, entidad o institución en pago de una deuda.
Dentro del embargo hay una modalidad que es el embargo preventivo. La principal diferencia de este embargo con respecto al normal es que no supone la privación del bien por parte del deudor. En el caso de embargo preventivo, se lleva a cabo para garantizar el pago de una deuda futura, de esta forma el bien no pasa a ser propiedad del acreedor, pero si se realizar una anotación de la orden judicial en el registro de la propiedad. Esto lo que hace es indicar que ese bien inmueble no puede ser vendido porque debe saldar una deuda en un futuro.
En caso de que el embargo preventivo afecte a dinero en efectivo, lo que se hace es depositar ese dinero en un depósito judicial y no podrá ser usado hasta que no se salde la deuda. Si la deuda se paga el dinero se recupera.
Como puedes ver en los casos de embargo preventivo no se priva al deudor de los bienes, pero si se realiza un bloqueo de esos bienes supeditado a que se salde la deuda. Un aspecto interesante que tienes que tener en cuenta es que las anotaciones de embargo tienen un plazo de caducidad que está establecido en un máximo de 4 años. Una vez pasado ese plazo caducan, con lo cual ya no son exigibles. No obstante, es posible realizar una prórroga por periodos de 4 años consecutivos.
Es un concepto que debes tener en cuenta si tienes tu propio negocio y tienes deudas. Recuerda que una buena gestión de tu flujo de caja puede ayudarte a mantener tus cuentas siempre saldadas y un buen asesoramiento especializado te dará las claves sobre como actuar en una situación así.
La entrada ¿Qué es un embargo preventivo y cómo actuar? se publicó primero en Alerta Pymes – Blog de Noticias de Autonomos, Freelances y Pymes.