Ah, Betterfly, la pequeña oruga chilena que soñó con ser unicornio y ¡vaya si lo consiguió!
Desde su humilde inicio en el patio trasero de la tecnología, se puso sus zapatitos de innovación y comenzó a correr por la pista de las insurtechs, dejando atrás a sus competidores con una mezcla de tecnología y esas cosas que hacen sentir bien a la gente, como un yoga con vistas a Silicon Valley.
Atraídos como abejas al panal, los inversores no tardaron en querer un pedacito de este pastel wellness, y así, Betterfly se convirtió en la comidilla del pueblo empresarial, reinventando el aburridísimo mundo de los seguros y el bienestar de oficina.
«Quemar para Dar»: De Quemar Calorías a Quemar la Competencia
¿Y cómo empezó todo? No, no fue en un garaje, sino con una idea tan chilena como el pisco sour: «Burn to Give». Los hermanitos della Maggiora decidieron en 2018 que la gente debería sudar por una buena causa, y no solo para subir fotos al Instagram. Su app convertía las calorías quemadas en donaciones de comida, porque, claro, ¿quién necesita otro kilómetro en la cinta cuando puedes alimentar a un niño con él?
Pero como toda start-up con ganas de comerse el mundo, Betterfly dijo «no más» al modelo de negocio del bienestar individual y puso sus ojos en el verdadero queso: los beneficios corporativos. ¡Eureka! Ahora no solo te ponías en forma, sino que además podías sentirte como el Robin Hood de la oficina, acumulando puntos de karma con cada beneficio corporativo que conseguías.
De Start-up a Unicornio: ¿Quién dijo que no se puede?
Saltamos al 2022 y ¡pum! Betterfly ya no es solo una app simpática, es un unicornio valorado en mil millones de dólares. ¿Quién lo diría? Las startups latinas también pueden galopar en el campo de los grandes, con la bandera del bienestar ondeando al viento.
Y como no hay fronteras en la ambición (ni en la expansión empresarial), Betterfly se lanza a conquistar Europa con la compra de Flexoh, una fintech española. ¿Coincidencia? No, señores, estrategia pura. Ahora, además de hacer sentadillas, también puedes mejorar tu salud financiera sin moverte de tu silla de oficina.
¿Qué nos depara el futuro? Más Betterfly
¿Y ahora qué, Betterfly? Con una bolsa llena de 125 millones de dólares fresquitos, la startup chilena ya mira hacia nuevos horizontes: México, Colombia, Argentina, y pronto, ¿quién sabe?, a lo mejor hasta en la Luna hay un Betterfly ofreciendo seguros espaciales.
En definitiva, Betterfly es la prueba viviente de que con un poco de pasión, mucha determinación y una pizca de magia chilena, hasta la más modesta de las orugas, puede convertirse en un unicornio insurtech y revolucionar el mundo corporativo. Así que, si todavía no has subido a este tren de bienestar y propósito, ¿a qué estás esperando?
No es solo Insurtech, es Revolución
Betterfly no es solo otra insurtech en el mercado. ¡No, señor! Es la revolución de cómo las empresas ven el bienestar y el propósito. Imagínate un mundo donde, por cada paso que das, estás aportando a una causa social. Eso es Betterfly: tu entrenador personal, tu conciencia social y tu asesor financiero, todo en uno.
Con su propuesta, Betterfly está aquí para recordarnos que ir al gimnasio puede ser más que una selfie sudorosa. Puede ser un acto de bondad corporativa, una manera de llenar la alcancía de karma y, de paso, mejorar el mundo. Y si eso no es suficiente para hacerte sentir como un superhéroe en mallas, ¿qué lo será?